LA NACION: Una universidad entrega la píldora "del día después"

LA PLATA.– Unas 50.000 estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) podrán acceder desde hoy a la píldora “del día después”, en forma gratuita, sin registrar su nombre ni el documento nacional de identidad.
Las píldoras serán entregadas, a pedido de las alumnas que sospechen estar embarazadas, en seis consultorios descentralizados de la Dirección de Salud de la UNLP, atendidos por médicos que asesorarán a las jóvenes interesadas.
La distribución ya provocó polémica dentro y fuera de esta universidad, la primera que repartirá la píldora en cumplimiento con el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (ley 25.673).
“No promovemos el aborto. No queremos discutir con ninguna religión. Es un programa destinado a la prevención de enfermedades y de abortos con consecuencias desastrosas", explicó Adolfo Eduardo Brook, director de Salud de la Prosecretaría de Bienestar Universitario de la UNLP. "Es legal pero no es moral. No todo lo jurídicamente establecido es bueno. Este programa va en contra de un principio que no negociamos, que es el respeto a la vida. La píldora del día después es abortiva. No podemos admitir esta intervención que promueve la promiscuidad", opinó monseñor Antonio Marino, obispo auxiliar de La Plata.
La distribución de la píldora, que será masiva desde la semana próxima, pero será accesible desde hoy, a pedido de las interesadas, también generó polémica entre las alumnas de la UNLP.
"Creo que la campaña puede ser efectiva para informar y prevenir, ya que está a nuestro alcance dentro de la Universidad. Pero no estaría bueno que las chicas dejaran de cuidarse, por tener libre acceso, y tomen una y otra vez esta píldora", opinó Lucrecia Garavano, estudiante, de 20 años. "Me parece sin sentido el programa. Deberían tratar de que las alumnas se cuidaran, antes de entregarles la píldora del día después. Si es gratis, se va a difundir más", opinó Rosario Tierno, de 21 años.
"Yo creo que no hay suficiente información. Me parece una campaña positiva para evitar muertes y accidentes en mujeres desesperadas, en situaciones límite", dijo Carolina Mamone, de 24.
"Tendrían que concientizar más antes de repartirlas. Distribuirla así es como incentivar su uso entre los jóvenes", dijo Lorena Setien, de 20 años.
Brook destacó que el único requisito para la entrega será la libreta sanitaria de la Universidad. Allí, figura la edad de las alumnas. También el nombre y el DNI, pero estos datos no se registrarán. Médicos pertenecientes a la UNLP asesorarán a las chicas que requieran las drogas sobre las contraindicaciones y los controles requeridos, aclaró Brook.
El programa será expuesto hoy, en la Expo Universidad, donde alumnos, académicos e invitados de la comunidad debatirán sobre sus beneficios y contraindicaciones. La entrega será libre desde la próxima semana. "Pero si mañana [por hoy] me piden la píldora se la voy a conseguir", dijo Brook, que es médico pediatra.
"Estoy seguro de que la demanda va a ser muy baja, porque casi todas las alumnas tienen información sobre los métodos anticonceptivos", agregó el pediatra. El funcionario explicó que la UNLP ya reparte unos 20.000 preservativos por año.
Lo hace la Dirección de Salud, situada en el edificio del rectorado, ubicado entre las facultades de Ciencias Económicas, Ciencias Jurídicas y Sociales, Humanidades y Psicología. Y en sus seis consultorios periféricos, instalados en las facultades de Periodismo y Comunicación Social, Arquitectura, Ingeniería, Agronomía, Veterinaria y Bellas Artes, según enumeró el médico.

Gratuita, en hospitales

La polémica alrededor de la píldora de anticoncepción de emergencia se reavivó en marzo pasado, cuando el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, decidió distribuirla gratuitamente en los hospitales de todo el país. "Nuestra obligación es que el acceso a los métodos anticonceptivos sea igual para todas las mujeres del país", decía. Hasta ese momento, sólo se repartía en forma gratuita en La Pampa, Chubut, Neuquén, Mendoza, La Rioja, Río Negro y en la ciudad de Buenos Aires. La denominada "píldora del día después" es considerada abortiva por la Iglesia Católica.